martes, 7 de noviembre de 2023

 

La parada de metro de Kentish Town, en Londres, estará cerrada un tiempo por obras. Para indicar que está cerrada, no ha bastado con tacharla en los mapas, sino que además le han puesto una daga tipográfica.  Como puede recordar a una cruz, la daga (u obelisco) se usa a veces para indicar sucintamente la fecha de una muerte, así que parece que hayan cerrado el metro por defunción.



En esta escuela católica de un barrio pudiente del oeste no pierden el tiempo con evocaciones. Una cruz de tres pares de cojones es lo que hacía falta a ese tobogán.



Aún así, llegué a Tate Modern en el momento que tocaba.




Esta yegua declamó un poema en una velada de poesía nórdica. 



La carta de colores, marciana pero extrañamente bonita, de los forjados del Mercado de Smithfield, el mayorista de carne en medio de Londres.


De la galería nacional de retrato no tengo muchas fotos, pero es un museo que vale mucho la pena, tanto por su interés artístico como documental. Este señor el William Perkin, inventor del primer tinte textil sintético, de color malva para más señas.



A principios de verano estuve en Kew Gardens, que dice ser el jardín botánico más grande del mundo.






Y tiene una pagoda, que es lo que tocaba en el s. XVII y en realidad sigue molando bastante.



Alguna asociación de entusiastas del ganchillo se había dado a la cladística y había hecho un diagrama de taxonómico del reino vegetal: helechos y dinosaurios (imagino que como contexto histórico), y astéridas con abejas y calaveras. Las astéridas con plantas con flor, así que lo de las abejas lo entiendo—pero lo de las calaveras que me lo expliquen.




Esto no es ni una abeja ni una calavera. Es un Dalek (o al menos su exoesqueleto), en la entrada de la central de la BBC. Fui a una charla que no tenía nada que ver con la ciencia ficción.


También estuve en Newcastle, visitando amistades. En uno de los museos, había una exposición que trataba temas de inmigración, como por ejemplo el trabajo de limpieza a menudo llevado a cabo por personas recién llegadas al país de acogida. Aquí se representaba con una proyección rodeada de aspiradoras Henry con carita, que son el colmo de lo inglés.



Siguiendo con lo nórdico, en Newcastle siempre han habido muchos marineros daneses, y hay una sección danesa en la catedral, dedicada a los daneses refugiados aquí durante la GMII. 


La vidriera moderna de la catedral también está muy bien.



Este mosaico celebraba el legado marítimo e industrial de Newcastle con lo que parecía una alegoría al santo de las turbinas.


Un parque de cerca de mi pasa tiene el mejor diseño posible en su cartel de bienvenida.


Tuve que volver a Zúrich para ir a otra boda. Esta vez no se equivocaron de fecha porque se casaban personas distintas. Mis anfitriones me recibieron con raclette.



Un perrete se acurraba contra unas botas peludas en una tienda de ropa segunda mano. 


Diseño de interiores.


Otro perrete, esta vez en el convite.


La boda en realidad era en Lucerna, y aproveché para ir a ver el León, un monumento a los guardas suizos que murieron durante la revolución francesa. Curiosamente, el diseño del león fue llevado a cabo por Berthel Thorvaldsen, célebre escultor danés.



En Londres, una exposición de Martin Wong. Aquí, un retrato muy gracioso de Patty Hearst.



Otro día, una exposición de ilustradores japoneses.


Bajo estas líneas, un tiranosaurio robot espacial ilustrador Hajime Sorayama, el padre de las robots jamonas de aerógrafo.


Letra caída de un letrero.



Un parque tiene una especie de ruina azteca de ciencia ficción.


Capas exteriores de cebolla, abandonadas en la calle.


El Museo de Historia Natural.



Más letras y más caídas, esta vez en Barcelona. 


Pececitos reaprovechados de salsa de soja en un bol de juguetes.


La compra, fresquísima.


Expo de fotografía experimental en el Caixaforum.



Una ferretería de mi barrio.


Esta polilla que vive en los países fríos de Europa y crea capullos comunales, de manera que toda la camada pasa la metamórfosis en la red algo asquerosilla. Habían puesto un cartel los del parque para que no arremetiera nadie contra ellos, diciendo que no hacen nada.



Encontrarse una trenza postiza suelta por la calle da bastante susto, la gente pegaba saltos al verla.




Saltarina y fresquita, una rana se refugiaba en la piscina en una casa rural cerca de Casserres, porque el verano ha sido de órdago y estaba todo seco.



miércoles, 26 de abril de 2023

Muchas vacas y un cruasán abandonado

 


Tenía fotos por subir desde septiembre. Me he puesto a subirlas, y han aparecido en el borrador de esta entrada de blog que estoy escribiendo en orden cronológico inverso. Bueno, inverso según desde dónde se mire, pero en cualquier caso están las más recientes arriba del todo. 



Eso quiere decir que, a medida que vaya contando cosas, irán siendo más vagas, porque los recuerdos irán perdiendo precisión a medida que nos alejamos del presente. Lo que parece que ha sido abundante han sido las vacas. Pero me estoy adelantando, o atrasando.

Abril, 2023

En los asientos de SAS, donde van las bolsas de vómito y las instrucciones de evacuación, pone "literatura  solamente". 



Estaba volviendo a Londres desde Copenhague. No había ido desde antes del confinamiento, y ya iba tocando. Para muestra, una sirenita.


Y los bueyes de Gefion, que siempre me han gustado mucho. Gefion es la diosa nórdica de la agricultura, y se la representa con un arado.


Contra todo pronóstico, hizo mucho sol. 


Si voy a Copenhague me gusta ir a Lousiana. Había cosas de una fotógrafa india que se llama Gauri Gill.




Otra fotógrafa, Taryn Simon, a quien parece que se le dan muy bien los temas chungos (fotos de quirófanos previas a una restauración de himen, retratos de miembros del KKK), tenía esta foto de un tigre blanco cruzado y re-cruzado en cautiverio de manera que se le veía en la cara la consanguinidad.


Había otra expo, de una tal Dana Schutz. Aquí, un estornudo.


Una señora creándose sus propias piernas.



Y una cara dentro de una boca.


Por suerte los cortes de las patatas Hasselback con las que me recibieron mis anfitriones en Copenhague no tenía dientes ni nada obsceno saliéndoles de dentro.




Marzo, 2023


En la colección Wellcome, que es un museo de arte e historia de la medicina, había una exposición sobre la leche; su consumo, su representación e impacto económico. 




Este cuadro muestra cómo enseñaban a ordeñar a las mujeres que reemplazaron a los granjeros que habían ido al frente durante la GMII. Aquí la referencia bovina es una elipsis. Lo que se representa es la ausencia de vaca.




En la Academia Real de Artes había una exposición con piezas de la colección de la Sociedad Hispánica de América, en Nueva York. Había un poco de todo, desde tapices de Al-Andalus hasta escenas playeras de Sorolla.

Aquí, Los Penitentes de Zuloaga.



Y un esqueleto muy salao al que le faltan los antebrazos. 


Para que no quedaran dudas, en este mapa habían pintado el Mar Rojo de rojo.


Otro día, en la galería nacional, había un trampantojo de un pepino de mucho impacto.


En el este de Londres hay unos recreativos con pinta de ser muy avanzados, que han tenido a bien contratar a uno de esos pintores de cristalera de bar de tapas. El encargo en este caso no fue un pulpo, ni una paella coronada de mejillones, sino un dragón y una gente con gafas de realidad virtual.



Un dragón bien-bien no es, pero en una panadería de Sabadell hay un cocodrilo de pan verde. Una de las últimas cosas que hice en mi visita de finales de invierno fue ir a una panadería.



Al monumento al Sastre le habían puesto unas gaficas de Teresina.


Procesionarias en un bordillo.


Unos dinosaurios muy bien dibujaos en la nevera de casa de Alba.


El cruapán: Pan por fuera, Cruasán por dentro.


Como esto va marcha atrás, está bien recalcar que la foto de esa cristalera que tanto me gusta del bar del Hotel Urpí de Sabadell la saqué después de las fotos que vienen a continuación.




Un retrato-paisaje tremendo del Papa Que Molaba sobrevolando Barcelona.



Serpientes en la fachada occidental.


Longinus.


Efectivamente, fui a la Sagrada Familia, que ya iba tocando. Nunca había ido.



El lema del escudo de Cerdanyola siempre me ha parecido lo máximo. El Cerdanyola lo tienen clarinete. En Cerdanyola, al pan-pan y el chocolate espeso. 




Lo que no veo nada bien son los sacos blancos de Los Sacos Marrones. Esto en Cerdanyola no sé yo si lo permiten.


Esta fachada ochentera futurista había sido el Logic Control, la empresa de informática de gestión donde los jóvenes informáticos vallesanos soñaban con trabajar. Creo que sigue existiendo, aunque con otra sede social. Ese edificio ahora es un Consum.


Y esta fue mi primera foto al llegar a casa en febrero. Toda una declaración de intenciones.


Febrero, 2023.

Vista nocturna del piso de arriba de una de las tiendas nupciales de mi barrio en Londres.



Un simpático código de barras en en el paquete de bulgur.



Diciembre, 2022

Un puente nevado en Regent's Park.


Farolillos nevados en el barrio chino.


Telarañas heladas en el balcón de mi casa.



La tirita de la vacuna de la gripe.


Monstruovisión de frío-calor.


El Barbican, que es una zona residencial con un centro de arte y cultural muy grande, tiene además el segundo invernadero más grande de Londres. Se entra gratis, pero las entradas se agotan en seguida y llevaba desde mi llegada a Inglaterra queriendo ir. 



Noviembre, 2022

Exposición de Lucian Freud. Además de mucha gente en pelotas, una garza muerta muy bonita. Freud también pintaba perretes muy simpáticos.


Y otra exposición del sudafricano William Kentridge. Nacido en 1955,  dedicó el inicio de su carrera a temas de rigor como el apartheid, pero parte de su obra más actual tenía un tono más humorístico. Una de las exposiciones en las que mejor me lo he pasado en mucho tiempo. Este cuadro me recordaba mucho a las ilustraciones de Enki Bilal.


El Albert Memorial, monumento al Príncipe Alberto, consorte de la Reina Victoria, tiene un grupo escultórico en cada esquina que representa un continente. Vamos, o eso, o una colonia británica de la época. El rincón de América tenía un bisonte, pero me gusta más los bueyes de Gefion que vería más tarde (es decir, arriba, en Abril 2023).


Octubre, 2022

Un fuelle para hacer enemas de tabaco en el museo de la ciencia de Londres. Aparentemente se usaban para tratar a las víctimas de ahogamiento en el Támesis allá por el 1700. 



Esto no es un cruapán, pero tampoco es particularmente apetitoso. Eso debía pensar la persona que lo abandonó sin mayor consideración encima de un poyete en el metro.



Septiembre, 2022

Un arco natural por el Torrent de Colobrers.



En el MNAC, un retablo que representa a los dos San Juanes. Los fieles habían desfigurado la cara de los judíos y del verdugo que decapitaba al Bautista.


Jesucristo a tutiplén.


Y el pantocrator de Boí-Taüll. Tengo muy buenos recuerdos de una vacaciones (creo que yo tendría unos nueve años, y unos pantalones cortos blancos con rallas rojas) que pasamos en el Pirineo. Recuerdo el parque de Aigüestortes, un chaparrón tremendo, y una visita a Sant Climent de Taüll. Tardé como treinta años en ir a ver el original que estaba el MNAC.



Además de su Jesucristo, tiene un tetramorfo muy impactante; el león de Marcos es bastante espectacular.


Pero el buey de Lucas no se queda atrás.


Parece que Marcos suele llevarse la fama, porque a fin de cuentas los leones tienen más empaque que el ganado bovino. Pero hay ejemplos del buey que están muy bien.



Bueno, puede que este de color rojo no haya envejecido tan bien. Pero qué culpa tiene el artista de haber acabado inspirando La Vaca Que Ríe. Al menos esta vuela.



Pero no todo va a ser Cristo, bautistas, evangelistas y reses; también está Satanás. 



Menos miedo pero más sorpresa si cabe daban estas adolescentes, con una de ellas disfrazada de Monstruo de las Galletas entre el pabellón deportivo y la iglesia de Sant Oleguer.