viernes, 29 de julio de 2011

No he hablado mucho del piso nuevo, y es que tampoco he dispuesto de mucho tiempo. El piso está bien, estamos muy contentos. Que con quién vivo? Con esta señorita que instala lavadoras sin ni siquiera tener que cambiarse la blusa de seda. Se llama Verónica y es de Málaga. Nos conocimos en un bar, por accidente, nos vimos tres o cuatro veces y dijimos que era buena idea irnos a vivir juntos. De momento no parece que hayamos cambiado de opinión. Me deja tuppers de paella en la nevera y tolera mis chistes.



El piso tiene cosas de las que tienen los pisos. Una nevera, un balcón, una puerta, etcétera. También tiene tres encantadoras ventanas abuhardilladas en la cocina, en el baño y en mi habitación. La de mi habitación se cascó a causa del granizo de hace unas tres semanas y se ha ido rajando progresivamente hasta tener que sujetarla con cinta americana y bolsas de super (del Netto, que es el supermercado con la mejor identidad de marca de todo el país). He avisado a la comunidad pero sólo han venido a medir el vidrio, no a cambiarmelo. Por fortuna, no gotea, y mira que ha estado lloviendo últimamente.



Pero a veces hace sol. El otro día volvía en metro de la uni y me encontré con que el techo piramidal de vidrio me llenaba el Quadern Gris de colores.

Como ya comenté, Frenazø desapareció. Estuve unos días sin bicicleta, pero el padre de un amigo rehabilita bicis abandonadas y me han dadoprestado esta bici tan sobria, tan de señor. Tiene todas sus marchas, los frenos van bien y el asiento es incómodo. Todavía estoy en proceso de acostumbrarme a una bici con el cuadro alto, y es que, chiquitín que es uno, me cuesta Dios y ayuda pasar la pierna por el lado para subir. Tengo que aprender a hacer esa cosa de subir los dos pies a un pedal y luego lanzar la pierna.

Lo importante es que sigue sin nombre, así que podéis hacer llegar vuestra sugerencias.

sábado, 16 de julio de 2011

Virgen Almiranta

Es importante creer en algo.



Aquí somos devotos de Nuestra Señora del Mar.

viernes, 15 de julio de 2011

"Ø" quiere decir isla

Bornholm es la isla más oriental de Dinamarca. De hecho está pasado el estrecho, y ha ido cambiando de manos entre Suecia y Dinamarca a lo largo de la historia (con algún arrebato independentista). Hablan una cosa que viene a ser como un danés con acento sueco.

En el tiempo que llevo aquí, no he visto nada que estuviera fuera de Selandia, la isla donde vivo; así que cuando se presentó la oportunidad de ir a Bornholm a pasar el fin de semana no me lo pensé dos veces.

Nada más bajar del ferry, vi una boda coreada por bomberos.

El terreno es muy distinto al del resto del país. En Riget, el doctor sueco que odiaba a los daneses decía que Dinamarca era un trozo de mierda calcárea, y la contrastaba con el granito que da cuerpo a Suecia, y de paso también a Bornholm. Eso quiere decir que el terreno es mucho más irregular, hay acantilados y, para mi sorpresa, pinos.

También hay culos de oveja.


Cruzamos la isla en bici, haciendo paradas en bosques, unas instalaciones de telecomunicaciones que creo que son de la OTAN, un valle conocido como Valle del Eco y mucho marco incomparable. Todo muy bonito, pero yo no vuelvo a hacer una etapa del tour sin preaviso. Qué dolor de riñones.


En Svaneke, uno de los altos en el camino, tienen una tradición conocida como Hønseskidning o cagada de pollo, donde se echa a andar un pollo sobre una retícula numerada como la de un bingo y se hacen apuestas sobre dónde va a cagar el animal. Me quedé sin verlo.


El segundo día fuimos a las ruinas de un castillo que se llama Hammershus, que es todo un símbolo nacional.


Me he quedado sin probar los arenques ahumados típicos de la isla. He perdido autobuses, me ha picado una garrapata, me he hinchado a comer de brasa y he aprendido una cosa importantísima: no se bosteza en ningún sitio como en el campo.

viernes, 1 de julio de 2011

"no hay que pedir perdón por ser pobre" - mamá

He vuelto de una visita relámpago a Sabadell. El Vallés está más raro que de costumbre. Paseando con Xavi nos encontramos con un agente comercial de Sylvanian Families que nos invitó a probarnos un disfraz de conejo.

De ahí, nos fuimos a presentarle respetos al Monument a l'Agent Comercial que está en una calle peatonal del centro de Sabadell. Hay algo mordaz o acaso insconciente en que el agente comercial no tenga ni manos ni cabeza. Es una denuncia de un escultor estajanovista a la pequeña burguesía catalana de botiguers?

El domingo, merendola en Collserola. Tortilla de patatas, galletas, limonada y una pequeña sorpresa por parte de Miquel y Anna, que habían comprado un paquete de banderas danesas durante su visita para cuando se presentara la oportunidad de emplearlas.

Hacía mucha calor. Encontramos una sombra.

Y un perro muy bonito se bañó en agua asquerosa.


En el avión. En Cimber Sterling no se están de nada. Hay una escena de alguno de los amarraderos bonitos de Copenhague hecha con trozos de moqueta. Cuando vivía en los Estados Unidos la Señorita DeVelvis (sí, sí, ése era su apellido) tenía un mapa de la nación hecha con trozos no ya de moqueta, sino de alfombra peluda. A pared completa. Alaska era muy pilosa y de color verde pizarra.
De vuelta a casa, no estaba Frenazø. Sospecho que me la han robado. Y eso me entristece. Ésta es la última foto que le hice, llevando las plantas en la cesta el día después de la mudanza.

Estés donde estés, Frenazø, siempre te recordaré por lo que has sido para mí: una bici verde oscuro.