La semana pasada tuve mi primera visita, mi amiga Laura a quien tal vez podéis conocer por otro nombre. Resulta que Laura se hizo amiga de una chica danesa que se llama Lise cuando la danesa estaba visitando Barcelona haciendo su tesis sobre el difunto Hort Comunitari de Gràcia. Así que Laura vino a vernos, aunque se quedó en casa de Lise, todo sea dicho, de manera que yo sólo puedo considerarme viceanfitrión. Pero entre su (encantadora) amiga y yo la hemos llevado a sitios.
Aquí están ambas, con un cameo de Frenazø, en el Assistens, el cementerio donde están enterrados Hans Christan Andersen y Søren Kierkegaard. Se percibe algo de desaprobación en esta fotografía. Algo habrías hecho.



Unos amigos de Lise y su novio tuvieron la amabilidad de invitarnos a pasar el sábado tarde haciendo decoraciones navideñas y a cenar con ellos. Nos lo pasamos muy bien.

Y cenamos mejor. ¿No os hace pensar en Durero?

El domingo, después de un desayuno a gusto de todos (con manchego, pan con tomate, pan de centeno y mermelada local) nos fuimos a Louisiana, un museo de arte moderno que está en las afueras, algo más lejos que el parque de los ciervos.



Walton Ford hace cuadros inspirados en las ilustraciones de cierto naturalista decimonónico, pero las acompaña de textos en los que un humano ha presenciado algo realizado con el animal representado, o a veces son representaciones simbólicas con voluntad de contenido político. En el cuadro del antílope bajo de estas líneas, se hablaba de un cazador que se sentía culpable por haber malherido a un antílope sin matarlo, de manera que éste tendría una muerte lenta y dolorosa, seguramente a manos (¿manos?) de las hienas.

Casi todo son grandes formatos, la imagen de abajo es un detalle de una manada de lobos blancos cazando un búfalo.




Mañana y pasado mañana se observa un ritual conocido como Comida de Navidad (Julefrokost, en danés), uno del curro y otro del departamento. Ya haré alguna reseña de esta festividad, porque estas gentes se toman la Navidad realmente en serio.
