Hace dos noches soñé que estaba en un vagón el metro de París y me querían vender hachís. La piedra estaba en una hoja doblada de papel escolar, de ese con falsilla. No llegaba a verla pero la olía.
Es curioso que sueñe con estas cosas porque yo no he sido nunca mucho de la grifa, pero sobre todo es curioso que sueñe con olores. No me pasa muy a menudo. En uno de los pocos sueños olfativos que recuerdo, estaba salteando jamón cocido con tomillo.
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