lunes, 4 de octubre de 2010

asomando la nariz

Ya he tomado posesión de mi oficina, pero he podido hacer nada y menos estos tres últimos días, porque me he pasado el lunes y el martes en un seminario y hoy en la administración.

El seminario del lunes era una reunión informativa de doce horas (incluyendo comida y cena) sobre las responsabilidades académicas, laborales y legales tanto de doctorandos como de supervisores. El del martes, más relajado, era para darnos papeles y formularios.

Como ahora estoy en una facultad de humanidades, los estudiantes eran humanistas con problemas y necesidades de humanistas. Y sobre todo, con estudios de humanistas. Listo unos cuantos proyectos que me comentaron otros asistentes:

  • La primera que veo algo de estudios de género que va sobre hombres: La representación de la masculinidad en la cocina en los medios (los cocineros televisivos, etc). Me ha hecho pensar en la ferretería a la que fui el otro día - vendian molinillos de pimienta en un stand de cartón con forma de cocinero. El cocinero, muy viril, molía pimienta sobre una barbacoa. Nada más machuno que la barbacoa, que es carne sin filigranas.
  • Otro hacía algo sobre los barrios de chabolas en la ficción relacionada con los desastres (terremotos, etc.). Existe una línea de estudios literarios que se llama Estudios del Desastre. Le dije al autor que se veía a la legua que había propuesto un tema para poder ver pelis y leer libros que le molaban y me dijo, riendo, que sí señor.
  • Pero con quien más hablé sobre su investigación fue con chica que analizaba unas 2000 actas de canonización de creyentes ortodoxos que se habían dado al caer el régimen soviético en Rusia. Lo gracioso es que no se habían dado canonizaciones desde hacía décadas, y ahora se dedicaban a elevar a los altares a mártires rusos de los 30. Su Iglesia debe de estar tan desesperada como la nuestra y se han puesto serios con el márketing.
Qué sensato y definido me parece ahora lo que hago. Pero qué poco gracioso.

Y hoy he echado la mañana en la administración. He estado hablando con una chica inglesa en la cola y al salir de la oficina, papeles resueltos, nos hemos ido a comer y hemos tenido una sobremesa de lo más animada. Hemos intercambiado números de teléfono. Es muy guapa.

Dios le da pan a quien no tiene dientes.

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