miércoles, 29 de septiembre de 2010

Despedida con taxidermia


Hoy se han acabado mis días de flaneur; he ido al curro como trabajador oficial para pasar la mañana en un día de bienvenida con desayuno y presentaciones del personal de RRHH de la uni y concreción de detalles como el tema de las vacaciones o que, si te tomas la última taza de café de la cocina del instituto, te toca hacer café. Hasta hemos tenido foto de grupo.

He tenido algún problema administrativo, e.d., el personal de aquí no me dijo o no supe entender que el certificado de residencia y otras cosas se podían resolver en un único día en una oficina para la gente que trabaja aquí, de manera que fui a sacarme el permiso de residencia como un inmigrante normal y corriente hace cosa de un mes y no tenía noticias. Fui ayer a preguntar y me dijeron que acababa de ser expedido. Dos semanas más de la cuenta, y todo por no preguntar "¿oiga, y alguna opción clasista a mi favor no tienen?".

No he subido muchas fotos de comida a este blog, pero para enmendarme, subo el sushi para llevar que me comí durante la espera de hora y pico sentado en el suelo del edificio de la administración, como una Bridget Jones cualquiera.


Pero como no os voy a aburrir con eso, os aburriré con otras cosas. No he estado yendo demasiado al cine a pesar de mi exceso de tiempo libre porque no hay tantas posibilidades de ver una película que me apetezca ver y que vaya a ser capaz de seguir con subtítulos en danés. Con deciros que fui hace unas semanas a ver Los Amantes del Círculo Polar a la filmoteca porque sabría que al menos entendería el castellano susurrante de las pelis de Medem.

Volví a la filmoteca a ver El Lazarillo de Tormes, amigo como es uno de lo carpetovetónico. Pero es que a ver, una adaptación del Lazarillo hecha en el 59, con premio en el Festival de Berlín y realizada en pleno franquismo tenía su aquel. La última parte sí se vuelve algo más moralista, pero por lo que recuerdo del libro, es una buena adaptación:



Creo que a estas alturas me he pateado la mitad de los museos de por aquí. En una semana he estado en la Galeria Nacional, en un museo pequeño donde había una exposición de cuadros de David Lynch, y en el museo de Zoología. Os dejo, cómo no, con bichos muertos.

¿Cisnes y cristal negro? ¿Dónde está Kate Bush?
Baccara.
¡Bufo bufo!
Marisco en conserva.

Cachorro pensativo de oso polar.

"¿Ya ves con este flequillo, hijo?"
Sí, es todo un poco setentero.
Un sobrio celacanto.

4 comentarios:

  1. lo del permiso de residencia deberían habertelo explicitado. Suena a, "aaaa, no me entendiste" cuando es "aiiii no te lo dije".
    Pero seguramente debió pensar que serias de esos que van a hacer fotos a bichos muertos que dan miedo, y fue todo porque le dabas grimaaaa.

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  2. Suspicious polar bear is suspicious!

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  3. jojo, qué pop, qué glam es el museo de zoología.

    ese oso polar está planeando una venganza, te lo digo yo, he visto esa expresión con ese fin antes, creo que incluso en libros de texto de ciencias naturales de 1993.

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  4. no entiendo qué hace un celacanto en dinamarca.

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