martes, 22 de febrero de 2011

Viernes

Tres horas de clase, y yo con este sueño. Pude dar la primera hora de clase sin ponerme particularmente nervioso, les di unos papelitos para que trataran de hacer a mano lo que hacemos a máquina y explicaran qué pasos habían seguido.

Tuvimos un descanso a los cincuenta minutos o así. El profe que lleva la asignatura tuvo la amabilidad de traerme un café largo en un vaso de porexpán, así que, en la segunda hora, justamente en el momento en que explicaba la parte más complicada de una cosa dificililla, le di un codazo al vaso y tres cuartos del café largo ( y tres cuartos de largo sigue siendo bastante largo) se desparramaron sobre mis apuntes. Sin tocar, eso sí, el ordenador.

Un alumno trajo papel higiénico y contuvimos la catástrofe, mientras la seguridad acumulada por la anterior hora y media se venía abajo. Reanudé el tema como buenamente pude. Mis alumnos tienen formaciones muy heterogéneas. Estoy seguro de que casi nadie se enteró de nada, por muchos diagramas que hiciera en la pizarra.

Este viernes vuelvo a dar clase, pero el café me lo bebo en casa.

6 comentarios:

  1. Jajaja vaia putada açò des cafè... però segur q ho vas fer perfecte! Sort per sa pròxima :)

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  2. I no has vist mai a cap professor fer res de similar? No passa res, home... Jo en tenia un que venia a classe en màniga curta en ple febrer i un dia que no va venir ens van dir que la classe se suspenia perquè el professor tenia pulmonia. No sé què és pitjor...

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  3. estoy segurísima de que lo estás haciendo genial! de hecho, me gustaría ser tu alumna :)

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  4. Si les seves formacions heterogènies s'assemblen ni que sigui una mica a la meva, segur que les cadenes i en Markov els tenien tan preocupats que a hores d'ara ja ni se'n recorden, del teu cafè. Deuen tenir altres malsons, això sí (i no per culpa teva!). :)

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