A pesar de no encontrarme hoy muy bien, he ido a nadar con Sigrid, una colega (en ambos sentidos) de la universidad. Tenemos el propósito de ir a nadar al menos una vez por semana , y de momento llevamos tres sin saltárnoslo. La idea es ir los jueves, pero no pudimos ir éste así que lo pasamos al sábado. Generalmente vamos a la piscina de al lado de la oficina, pero hoy hemos cambiado y hemos ido a la que está cerca de mi casa.
Al salir del vestuario, una vez ya nadado, duchado y vestido, no encontraba la moneda de diez coronas de la taquilla. Maldiciendo mi mala cabeza, he deshecho la bolsa, me he hurgado los bolsillos, me he quitado las botas de agua (hoy ha hecho un día de perros), he aflojado el nudo de la bufanda y finalmente me he puesto en la postura del indio que escucha las vías del tren para ver si se había caido al suelo. Todo en vano. Me he incorporado y, cuando me disponía a irme, un señor mayor me ha preguntado que qué buscaba, y yo le he dicho que una moneda de diez coronas, el señor me ha preguntado de donde era y yo le he dicho de dónde soy, retrocediendo medio pasio hacia la puerta.
Pensaba que se trataba de un pervertido pero no, era mucho mejor, era un majadero. Me ha explicado que era nacido en Argelia, que llevaba treinta años viviendo en Dinamarca y que era lingüista jubilado. Le he comentado que yo también, más o menos, pero sin jubilar, y entonces ha perdido el control al ver que podía hablarme de sus cosas y me ha pegado un rollo enorme sobre la belleza de la lingüística histórica, y sobre su pasión por el protosemítico y el indoeuropeo. Todo esto en el umbral de la puerta de los vestuarios. El hombre estaba vestido, se llama Abdel y sostenía un peine. Sus años en la academia le han dado el don de soliloquiar monocordemente manteniendo un férreo contacto ocular con su víctima, y yo no me atrevía a zafarme o a interrumpir por miedo a despertar su indignación. Por fortuna ha tenido que hacer una pausa para resollar y yo le he dicho que me tenía que ir, pero le ha dado tiempo de preguntarme que qué hacía yo. Se lo he comentado brevemente tratando de no darle cancha y ha sentenciado, con un gesto de peine:
- La semántica es fácil. Lo que yo hago si que es difícil.
Horas más tarde, en un bar del barrio, un desconocido me ha explicado, en inglés, su interés por la filosofía gnóstica, y cómo había alternado el estudio de la cábala con el sufismo. Luego me ha explicado que Blade Runner está cargada de simbología cabalisticognóstica, ya que los replicantes que no recuerdan que lo son son una analogía del propio ser humano hecho de barro y condenado a la mortalidad por un demiurgo (en este caso el señor de la Tyrell corporation). Incluso decía que había algo simbólico en el hecho de que los replicantes malos de la historia fueran rubios y los buenos, morenos; además de un poco de mito de la caverna y de referencias al Árbol de la Vida. Ha mencionado el unicornio de Blade Runner para pasar a hablarme de Lewis Carroll, que se conoce que también era gnóstico y masón. Esta gente es muy apropiacionista, por mucho que Philip K. Dick le fuera lo místico. He pagado y me he ido, acordándome con tibios escalofríos de Hildegard, esa señora vidente del tren de Hamburgo.
Al llegar a casa, me he quitado la gorra y ha caido una monera de diez coronas que se había escondido en un doblez del forro. He dejado la moneda encima de una mesa, he ido al súper y he comprado papel higiénico, dos bombillas de ahorro y una de esas jarras eléctricas que se usan para hervir agua. Creo me voy a empollar las instrucciones de la jarra y saldré a la calle a darle la brasa a la gente con ellas.
sábado, 3 de diciembre de 2011
Lo que yo hago sí es difícil
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1. cuando mueras (dentro de mucho tiempo), famoso por algo la gente buscará significados ocultos en el costumbrismo de tu blog.
ResponderEliminar2. barrer para casa es un comportamiento muy humano.
3. Battiatto era gnostico como el que más. http://www.youtube.com/watch?v=tGhG7gTG-Os
PS. lerele llama a lerele :P
un día de perros!
ResponderEliminarMillor que una gerra elèctrica, compra un braser. És més expeditiu!
ResponderEliminar"1. cuando mueras (dentro de mucho tiempo), famoso por algo la gente buscará significados ocultos en el costumbrismo de tu blog"
ResponderEliminarSí... Miquel lo dijo todo. :) ¡Gracias por regalarnos tus textos!
Un abrazo, Raul.