Tuvo que ser precisamente mi tía Encarna, hija de mi abuela Encarna, quien viera el sustituto danés al mercadillo de las gitanas en un escaparate y lo documentara:
Pero es que en el Sur lo tenemos más fácil, es bien sabido que la adversidad climatológica es un espolón en el costado del desarrollo técnico. Aquí hace demasiado frío como para pedirle a nadie que se ponga a ondear bragas en la calle –como dice mi tío, estaba chispeando– y por eso se emplean animatronics. Y ya que los muñecos no gritan, se les pone King Africa de fondo. Puentes entre islas, molinos de viento, diques, pólders y mercadillos de gitanas eléctricos; la ingeniería nórdica nunca deja de asombrarnos.
es el cortilandia del mercadillo
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