viernes, 25 de marzo de 2011

Ayer hubo un simulacro de incendio. El encargado de evacuar las salas se olvidó de la mía, de manera que tanto yo como un becario que se llama Bjørn murimos calcinados. No nos habríamos enterado de que estábamos muertos si Ramazan, el hombre de la limpieza, no hubiera venido y me hubiera dicho:

- Il n'y a personne!

El hombre es turco, no habla nada de inglés pero tiene ciudadanía belga por haber vivido un tiempo allí, de manera que cuando tiene que comunicarse con la gente del departamento lo hace con los que buenamente chapurreamos algo de francés (hay quien habla como Dios manda, yo no paso del Je t'aime, moi non plus). Salí del despacho y efectivamente ví que el resto de salas estaban vacías.

Cuando los compañeros subieron, lloraron risueñamente nuestra pérdida y la encargada de seguridad dijo "Bueno, no está mal cometer errores porque seguro que así, si se pega fuego, no se nos olvidará avisar a todo el mundo". Pues mire usted qué bien, pero yo ya he sido devorado por las llamas una vez, oiga.

De hecho, el tipo a quien le había tocado llevar la evacuación es el profe a quien asisto en las clases. Se excusó por lo que yo sigo considerando homicidio negligente diciendo que era una muestra de la poca amabilidad danesa hacia los extranjeros. Cosa que puede ser cierta, especialmente si esos extranjeros son de países islámicos.

Pero al margen de dejarnos morir, en la universidad no nos tratan mal del todo. Hay algunas actividades organizadas para informar y entretener al personal internacional de investigación, desde sesiones informativas sobre la declaración de la renta (me sale a cobrar, me dan unos veinte euros) a otras actividades más lúdicas.

Ayer por la tarde, por ejemplo, uno de los catedráticos de Derecho, un señor muy simpático con zapatos muy feos, nos dio una visita guiada al edificio antiguo de la universidad, con sus esculturas neoclásicas y sus escenas de la historia intelectual danesa (Jacobo I de Inglaterra visitando al astrónomo Tycho Brahe, una brigada de estudiantes en el asedio sueco a Copenhague en el s. XVII) ... y con su pequeña mazmorra. Por lo visto, la universidad había tenido su propia jurisdicción y podían enchironar a los estudiantes pendencieros que bebían demasiado o se metían en peleas. Ahora la mazmorra es un pasillo que da a un comedor en un semisótano.

6 comentarios:

  1. hacía días que no coincidía así, pero siempre me arrancas una sonrisa cuando pillo una actualización al llegar a casa de madrugada.

    el otro día, en casa de rod se disparó una alarma de incendios con el humo que desprendía el pollo que estaba cocinando para cenar, un pitido ensordecedor que me hizo arrugar las cejas. se quedó muy preocupado por mí (como en *escandalizado*) por no tener algo así en mi casa, algo que para él es necesidad básica, y no aceptó lo de que "aquí en españa no conozco a *nadie* que lo tenga".

    me advirtió de cual podía ser mi final sin tener una alarma de incendios. "te devorarán las llamas sin que te des cuenta". fair enough. estanislao senior y yo nos miramos pensando que estaba cargado de puñetas y que no entendía lo *chusma* que somos.

    volviendo a tu texto, me alegro de que fuera un simulacro!

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  2. Excelente... :)
    Aquí en Leeds tenemos simulacros de incendio cada jueves a las 11h00. La gente ya está tan acostumbrada que sale a menos 5 para no tener que oir las sirenas...

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  3. Oye, ni hecho a posta (aposta?):

    "Un simulacro de incendio provoca graves quemaduras a cinco hipocondríacos"
    (http://www.elmundotoday.com/2011/03/un-simulacro-de-incendio-provoca-graves-quemaduras-a-cinco-hipocondriacos/)

    mira el lado positivo: ahora eres un simulacro de zombie

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  4. SA MOOOOOOOOORT

    La teva història era molt graciosa, però el Raul t'ha vapuleat.

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  5. solo he puesto me gusta en el facebook, pero es que me gusta de verdad.

    Que mierda que ahora haga falta un botón que diga "me gusta de verdad, no solo lo marco para que el autor sepa que lo he leido"

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  6. Yo morí calcinada a los 10 años. Se olvidaron de 15 niños en la biblioteca en un simulacro en el cole. ¿A ti se te ha quedado olor a Bacon?

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