martes, 29 de marzo de 2011

from my cold dead hands

Es lunes, y a pesar del cambio horario, has conseguido levantarte a las siete (o sea, a lo que habían sido las seis). Miras el pronóstico del tiempo, te vistes (vaya, dónde estará la bufanda negra?) y bajas a la panadería.

En el rellano, te encuentras los objetos que los vecinos dejan por si alguien se apiada de ellos y los adopta (como cierta silla). Está la barbacoa de siempre, un espejo rentagular de dos por cuatro palmos, una silla de oficina de plástico blanco, una bolsa llena de toallas y una escopeta de juguete.

Después del susto, te planteas si quedártela. Resuelves sacarle un par de fotos y dejarla donde está. Cada vez estás más enmendado del amor al trasto.

Eso de morderse el labio no es por hacerse el tipo duro, era porque estaba apuntando con el móvil. También saco la lengua cuando recorto algo con tijeras.

7 comentarios:

  1. Michael Moore te hará un visita, ya verás. "Bowling for Copenhagen" o algo así.

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  2. bieeeeen. Ahora cuando un dia te vuelvas to loco y los mates a todos sacarán estas fotos de contexto y dirán:
    "colgaba fotos suyas con armas en su blog"

    bueno, vale, no las sacarán mucho de contexto.

    Al español le hace *muchisima falta* una traducción adecuada de "go postal"

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  3. Bé tio! Gran foto! Envia-la aquí, si te la pengen et convido a un sopar quan tornis! :)

    http://www.nrablog.com/

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  4. se nota muchísimo que me tuve que coser ese botón con hilo rojo, verdad?

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  5. hay algo perturbador en la mordedura de labio, yo diría que casi sexual. me recuerda (con todo el respeto; el cerebro es extraño) a ciertas fotos de un señor prendiéndose fuego.

    el hilo rojo no lo estiraste de un puño de camisa por el que asomaba, ¿verdad? yo me he visto en un apuro así.

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  6. es el objeto de la basura más increíble que haya visto nunca

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